Sábado, ocho de la tarde y el sonido en el local apenas te deja escuchar lo que tus colegas están hablando. No obstante, sí que escuchas bien claro la pregunta que uno de tus amigos deja caer, como si no quisiese la cosa…: “¿Nos fumamos una cachimba?”.
Las miradas de tus amigos te dejan entrever que no tienes escapatoria: ha llegado el momento de fumarte tu primera cachimba.
¿Nervioso? ¡Para nada! Porque antes de que llegase ese momento, tú ya te habías metido en nuestra página web y habías leído este artículo, donde te contamos todo lo que necesitas saber para fumar tu primera cachimba.
Así que, ¡empecemos!
¿Qué es una cachimba y para qué sirve?
Una cachimba, también conocida como shisha, hookah o narguile, es, básicamente, una pipa de agua que se utiliza para fumar todo tipo de hierbas, aunque se suele utilizar más para fumar tabaco, productos sin nicotina u otro tipo de fumables.
No obstante, en la cachimba no se fuma el tabaco en estado puro, sino que la hoja de tabaco se mezcla con saborizante, glicerina y melaza (normalmente, suele ser extracto de glucosa, miel, o algún tipo de edulcorante en forma líquida).
¿Qué se consigue con esta mezcla?
En primer lugar, que la hoja de tabaco coja sabor. Con el saborizante, podemos conseguir que nuestro tabaco sepa, prácticamente, a casi cualquier cosa, como, por ejemplo, saborizante a tarta de limón, a canela, etc. Esto provoca que el tabaco tenga un sabor diferente, es decir, que no solo sepa a tabaco y que se reduzca el sabor intenso que provoca la nicotina.
Con la glicerina, en segundo lugar, conseguimos esa potencia de humo, ya que si el tabaco no tuviese glicerina, no veríamos esa densidad de humo que vemos cuando fumamos cachimba. Además, la glicerina también se usa para humedecer el tabaco y, si hubiese un exceso de glicerina, podría llegar a quemarse el tabaco.
En tercer lugar, con la melaza conseguimos la cremosidad en el tabaco, que el tabaco tenga ese toque dulce que percibimos cuando fumamos una cachimba. Independientemente del sabor que fumemos, ya sea cítrico, frutal o dulce, con la melaza el tabaco presenta ese toque dulce y cremoso que percibimos.
Además, con la melaza conseguimos que se reduzca este golpe de nicotina en la garganta.
¿Cuáles son las partes de una cachimba?
Una cachimba se divide en varias partes, que suelen variar en colores y diseños según el modelo de la cachimba. Si empezamos desde abajo, lo primero que nos encontramos es la base, que es la parte inferior de la shisha y donde se deposita el agua.
Generalmente, está hecha de cristal y es la parte más vistosa de la cachimba. Su principal función es limpiar el humo y, por eso, es muy importante que esta parte siempre se limpie bien después de ser utilizada.
Dentro de la base, se encuentra el tubo de inmersión, que sirve para liberar el exceso de humo en la base de la cachimba.
La siguiente pieza es el cierre, que une herméticamente el cuerpo de la cachimba con la base para evitar que se escape el humo. El sistema de cierre puede cambiar según el modelo de la shisha y puede ser de goma, rosca o presión.
Una de las partes principales, y quizá de las más importantes, de la cachimba es el mástil, que conecta la cazoleta con la base. Esta pieza es un tubo de acero que está fabricado con acero inoxidable para, así, evitar que se oxide por el paso del agua y del humo. En el mástil también está la purga y el conector de la manguera.
Después del mástil, se encuentra el plato, que es donde se depositan las cenizas o, en determinados momentos, los carbones cuando queremos cambiarlos. También se pueden colocar en él las pinzas que utilizamos para coger los carbones.
Lo ideal es que esta pieza sea de algún material capaz de resistir al calor, como el metal.
Por último, en lo alto del todo, se encuentra la cazoleta. Esta pieza es otra de las más importantes de la shisha, ya que es donde se coloca el tabaco, el papel de aluminio y el carbón encendido. Cabe resaltar que es el elemento más importante, puesto que es donde se provoca la cocción del tabaco, lo cual dará un sabor óptimo con una buena tirada de humo.
Las cazoletas están hechas de barro o de cerámica, aunque también hay de silicona, y existen una gran variedad de tipos, modelos y colores, como las que puedes encontrar en Cachimberos.
Accesorios que no te pueden faltar en una cachimba
En una cachimba, además de las partes que acabamos de explicar, también hay una serie de accesorios que se deben utilizar. Algunos de ellos son esenciales para poder fumar y, otros, simplemente te ayudan a hacer la cachimba con las máximas garantías de seguridad:
- Boquilla. Es una de las piezas más personalizables y es la que te permite fumar aspirar el humo por tu boca.
- Manguera. Tubo de silicona, plástico u otros materiales higiénicos por los cuales se transporta el humo y va desde la boquilla hasta el mástil.
- Junta de goma. Las juntas de goma pueden ser tanto para unir el mástil con la base como para unir el mástil con la cazoleta.
- Recogedor de melaza. Su objetivo es recolectar y filtrar la melaza sobrante, que normalmente suele ensuciar la cachimba.
- Gestor de calor. Ayuda a distribuir el calor de manera perfecta, permitiendo que el tabaco se caliente de forma homogénea.
- Papel de aluminio. Gestiona y distribuye mejor el calor del tabaco y la cazoleta.
- Punzón. Sirve para hacer agujeros en el papel de aluminio.
- Carbón. Es uno de los productos esenciales para la cachimba, ya que es lo que calienta el tabaco de la cazoleta.
- Pinzas. Te ayudan a coger los carbones sin quemarte.
- Hornillo eléctrico o de gas. Sirve para calentar los carbones.
¿Cómo funciona una cachimba?
Ahora que sabemos qué es una cachimba, cuáles son sus partes y qué accesorios suelen acompañarla, llega el momento de saber cómo funciona realmente.
El fumable o tabaco se coloca dentro de la cazoleta y, sobre ella, el papel de aluminio (junto al gestor de calor si se desea) y el carbón, ya encendido. De esta forma, el tabaco se calienta y se cuece. Al aspirar por la boquilla, la melaza entra en combustión por el carbón y el aire baja por el mástil hasta el agua, en la base.
Es entonces cuando el humo se filtra con el agua y se reduce su temperatura de manera rápida, lo que provoca una mayor densidad de humo. Después, ese humo viaja por la manguera y por la boquilla hasta llegar a la boca del fumador.
Cómo fumar cachimba: Trucos para fumar shisha primera vez
Seguramente, la primera vez que fumes una cachimba será en algún lounge para cachimbas o locales con profesionales especialistas en shishas.
Lo primero que te preguntará el profesional es el sabor que quieres para tu cachimba. Para ello, bien te dará una carta con los sabores o él mismo te hará algunas recomendaciones, teniendo en cuenta tus gustos personales.
Normalmente, puedes elegir entre sabores de frutas y hierbas, dulces y cítricos, como manzana, menta, limón, …
A la hora de probar la cachimba, ten en cuenta que es normal que la primera vez que fumes te sientas algo mareado, pero, en cuanto le cojas el truco, verás que también produce un efecto de relajación.
Por último, para que funcione la cachimba de manera óptima, os recomendamos fumar constantemente para evitar que los carbones se apaguen.
¡Y hasta aquí todo lo que necesitas saber para fumar una cachimba por primera vez! Si tienes dudas o quieres saber más sobre algún aspecto relacionado, ¡déjanos un comentario o contáctanos por redes sociales! Estaremos encantados de ayudarte.